lunes, 8 de junio de 2015

Reflexión de mí semana de prática

Puedo decir que pude darme cuenta que mi inseguridad al presentar mis actividades, los niños lo notan al igual que cuando me siento segura de lo que voy a decir y/o hacer.

Me sentí realmente apoyada por la educadora titular del grupo, ya que procuró estar conmingo y seguir mis planeaciones.

Debo reconocer que la implementación de la disciplina fue un problema, debo buscar medios para alcanzar mis objetivos de manera productiva dentro del salón de clase.

Fué una experiencia que reafirmó mi determinación por seguir el camino de educadora.

Creo que el hecho de practicar mis actividades de planeación me da seguridad en el aspecto de que tengo confianza en lo que voy a realizar frente a grupo.

Me siento orgullosa de mí persona por haber puesto lo mejor para llevar a cabo las actividades para los niños del jardín Cristóbal Colón, y me quedo con la satisfacción de haber abonado de alguna manera en la vida de la educadora titular y de los alumnos del grupo de segundo año; sin dejar de lado lo que aprendí de ellos para llegar a ser educadora.

viernes, 5 de junio de 2015

Quinto y último día



Diario #11
05 de junio de 2015
Propósito: observar el clima emocional en el aula
Actividad del día: evaluación por medio del reconocimiento de cuerpos geométricos y figuras geométricas

Hoy mi cuerpo ya se encontraba cansado pero emocionado y preocupado  a la vez sobre si los niños aprendieron a reconocer y diferenciar cuerpos geométricos y figuras geométricas.

Hoy fue el día que llegue más tarde, alrededor de las 8:45 am.

Lo primero que hice fue dirigirme al salón de segundo año y saludar a la maestra Ceci. 

Prepare mi material que era marcar en el suelo con cinta masquin: 2 cuadrados, 2 rectángulos y 2 triángulos; también tenía que preparar la grabadora con la música para el juego de cierre.

La maestra Ceci me ayudo a mover las mesas del centro del salón para que los niños se pudieran sentar en el centro del salón.

El tiempo se me vino encima porque los niños empezaron a llegar antes de que terminara de acomodar la grabadora.

Los niños en cuanto llegaron al salón me preguntaron por qué las mesas estaban en las orillas y que era lo que estaba en el suelo, se veían emocionados y curiosos al respecto.



La maestra les pidió que dejaran sus mochilas en el salón y los mandó al patio para la clase educación física, mientras tanto yo terminaba de preparar la grabadora con la música.

Cuando termine ayude a la maestra Ceci a sacar unas copias en la dirección, me encontraba un poco apenada por el hecho de que me tarde en tener mi material listo para los niños.

Me fui al patio con los niños y pude apreciar como realizaban su examen de educación física, que consistía en un circuito de obstáculos.

Varios niños me impresionaron en su habilidad para darse una maroma, principalmente Leslye ya se ve pequeñita pero tiene una coordinación realmente admirable.

Los niños se asustaron por lo aparentemente largo del circuito pero conforme iban pasando se ayudaban entre ellos para que sus compañeros terminaran las actividades, también se reían cuando a alguien se le iba la pelota y se echaban porras para concluir más rápido.

Fue realmente emocionante ver como los niños demostraban sus habilidades y que ellos se sentían orgullos de sí mismos por concluir el circuito.

Terminando educación física empecé mi actividad de evaluación, primero les repartí los  cubos y pirámides que utilizamos los días anteriores, agregándoles un prisma rectangular que traía especialmente para este día (tenían un regalito para los niños).

Realmente me alegre al oírlos responder correctamente a mis preguntas y que realizaron bien todas las actividades.




Cuando llego la hora del juego los niños se encontraban emocionados por ver quien ganaba y quien se equivocaba.

Jugamos un ratito por el tiempo y se acomodaron las mesas para que pudieran comer.

En el recreo los niños quieran jugar “lobo lobito” pero la cancha principal estaba ocupada por otro grupo de niños que jugaban futbol. Jugamos dos rondas en otro espacio pero me mandaron a cuidar la parte trasera del jardín, ya que apareció un tlacuache bebe y les preocupaba que la mama regresara y mordiera a algún niño.

El rumor de la rata-ratón-topo-tlacuache-“tenderete” se extendió rápido por los niños que todos querían verlo.

Regresamos del recreo y quise volver a jugar con los niños el juego de las figuras geométricas en el suelo pero los niños se les veían cansados que no era el mismo ambiente que antes del recreo.

Antes de que los recogieran les comente que podían abrir sus prismas rectangulares y al unísono se escuchó un grito de entusiasmo al ver la bolsita de chetos que les di.

Me despedí de ellos y cada uno me dio un beso en la mejilla antes de irse.

La maestra me pidió mi material que utilice durante la semana para poder recuperarlo con su otro grupo e incluir mi planeación para el siguiente año.

Lupita y yo nos despedimos de las otras maestras y fuimos invitadas a presenciar la graduación de los niños de tercero.

Me quedo con buenos recuerdos y experiencias de esta semana, y definitivamente me gusta la carrera que escogí.

jueves, 4 de junio de 2015

Cuarto día




Diario #10
04 de junio de 2015
Propósito: observar el clima emocional en el aula
Actividad del día: experimento de efervescencia con bicarbonato y vinagre
Objetivo: apreciación del volumen cuando el globo se infla y comparar tamaños.

El día de hoy me sentía físicamente fatigada, mi cuerpo estaba cansado por jugar “lobo lobito” en el receso (tengo mala condición física).

Llegue al jardín acompañada con Lupita, mi compañera de la escuela, después de las 8:30am; cada quien se dirigió a su respectivo salón.

Empecé a preparar el material para el experimento y revisar mi planeación para darme cuenta cómo iba a realizar mis actividades.

Me sentía  preocupada en cómo reaccionarían los niños con el experimento y si todos llevarían su material que les pedí.

Los niños fueron llegan y me mostraron su bolsita con su material, se sentían orgullosos de llevar su material, ya que el día anterior les había dicho que era importante llevarlo para trabajar.

La clase empezó 9:05 am, la maestra se encontraba preocupada por una llamada que recibió y me pidió que se saludaran los niños con una canción. Al escuchar eso me asuste, “¿qué voy a hacer? ¿Qué canción?” fue lo primero que pensé, la maestra me sugirió la canción del “solecito”, “no me la se” me volví a preocupar pero me tranquilice un poco cuando los niños empezaron a cantarla.

Cantamos la canción del “solecito” tres veces y como vi que la maestra no llegaba intente empezar por que todos sacaran su material.

Los niños se encontraban inquietos con sus botellas con vinagre y sus vasos de plástico que se pusieron a apilarlos como a las cajitas de medicina; no me prestaban atención y me sentí insegura de mi misma. La maestra entro al salón y puso orden en el salón.

Empecé a dar las instrucciones del experimento y por mi nerviosismo creo que me fui un poco rápido con mi manera de hablar.

Los niños realizaron todo lo que les pedí, aunque hubo pequeños contratiempos cuando llego el momento de llenar el globo con bicarbonato pero se solucionó con los embudos que tenía la maestra en el salón.

Los niños se emocionaron mucho cuando vieron que su globo se inflaba cuando vertían el bicarbonato en el vinagre.






Empezaron a jugar con sus globos inflados.

La maestra me sugirió que para la comparación de los tamaños nos fuéramos al patio para cambiar de ambiente.

Los niños ya en el patio respondieron mejor a mis peticiones y la actividad fue, para mí, todo un éxito.



Los deje jugar como quisieran con sus globos inflados, se divirtieron en el patio dejándolos desinflar.

Tiramos el material después de utilizarlo.

Cuando llegamos al salón vimos que estaba sucio, los niños ayudaron a limpiar el salón pero se pelearon por los trapos que yo les preste para ello.

La maestra les pidió que dibujaran los materiales del experimento en una hoja.

Todos los niños se pusieron a realizar sus dibujos.

La maestra me pidió que le ayudara a decorar unos cuadros gigantes en los que iban a servir 
de fondo par aun collage de fotos de los niños del prescolar.

Le sugerí que los niños se pintaran las manos y plasmaran sus huellas en el cuadro.

Ayude a decorar los cuatro cuadros gigantes, uno por cada salón (uno de cada grupo y otro de todo el jardín); las maestras mandaban pequeños grupos de niños para plasmar sus manos, ellos se veían emocionados de usar pintura y ver sus huellas.

Mientras yo realizaba esta actividad con la ayuda de Lupita los niños comían en su salón.

Llego la hora del recreo y Leslye me pidió jugar con ella “lobo lobito”.

Me divertí y me canse jugando “lobo lobito” con aproximadamente 30 niños, también jugamos “doña Blanca” y a las “estatuas de marfil”, jugué con ellos durante 40 minutos aproximadamente. Los niños iban y venían encantados de jugar conmigo, aunque hubo quienes se cayeron pero seguían jugando sin armar escándalo, fue realmente agotador.

Cuando regresamos al salón la maestra Ceci los acostó en el piso para que se tranquilizaran de la energía del receso, primero les cantó una canción de cuna que ellos se sabían.

Como había algunos que no se podían tranquilizar por completo, me arme de valor y les cante la canción de cuna rusa que aprendí en mi taller de coro, me alegro conocer una camión para arrullar que me sale bien; los niños se empezaron a acostar y tranquilizar por fin.

Realmente estaban cansados pero querían seguir hablando.

La maestra opto por cambiar la actividad y les pidió que se sentaran en las mesas y representar el cuento de caperucita roja.

Los niños conocen muy bien el cuento y entre ellos se ayudan para decir las líneas de los personajes.

Para el final del día me pude percatar que Daniel Isaías tiene ideas de juegos bruscos en los cuales golpea sus compañeros, ya que en todo el día recibí quejas de el por parte de diferentes compañeros.

Los niños se fueron a sus casas con una sonrisa en la cara y yo un cansancio que me pone a reflexionar sobre mejorar mi condición física y aprender más juegos para la hora del recreo.

miércoles, 3 de junio de 2015

Tercer día



Diario #9
03 de junio de 2015
Propósito: observar el clima emocional en el aula

Hoy llegue a las 8:25 am, salude a doña Esther que estaba regando las jardineras de la entrada con su nieto Axel Damián.

Llegue directo a la dirección porque  mi maestra no había llegado todavía, espere como veinte minutos en la dirección; mientras esperaba intentaba repasar mi planeación y como llevaría a cabo la actividad que tenía contemplada para hoy.

La maestra Ceci llego al mismo tiempo que la directora, salude a ambas y me fui al salón con la maestra.

Al llegar al salón me sentía preocupada por el tiempo, en un principio considere que mi actividad iba a terminar muy rápido pero pude notar que la maestra se encontraba nerviosa con respecto al conflicto con la abuelita de Camila (yo creí que era su mamá) ya que temía que pidiera reunirse con ella en la dirección.

Le pregunte a la maestra sobre en qué momento sería el más oportuno para aplicar mi actividad, ya que los niños tenían educación física a la primera hora, yo sugerí que fuera después del recreo pero en ese momento la directora le recordó a la educadora que hoy la salida era a las 11:00 am porque tendrían reunión los docentes.

La maestra Ceci esperaba que faltara el profesor, pero no fue así él llegó puntual.

Los niños iban llegando con sus cajitas de medicina, las que les pedí de tarea, en cuanto llegaban me las mostraban. Me sentía feliz de que los niños tomaran seriamente lo de traer su tarea.















La maestra seguía pendiente de la puerta esperando a la abuelita de Camila, y llego aproximadamente a las 9:05 am. No me di cuenta cuando la maestra se fue a la dirección, me quede sola con el grupo y me asusté un poco pero me tranquilice cuando recordé que tenían educación física.

Los niños se encontraban inquietos y el profesor no llega por ellos, así que me arme de valor y empecé porque todos sacaran sus cajitas. Comparamos sus cajitas con las que yo lleve el primer día; el profesor llego para decirme que hoy iba a realizar una evaluación de los niños y que prepararía el material primero y después me llamaría para llevarse a los niños al patio.

Pensé que se tardaría y empecé mi planeación del día con la actividad de inicio, les repartí a todos una pirámide y su cubo pintado. Cuando les daba el cubo varios niños me decían “este no es mío maestra”, yo les respondía que era solo por un momento para la actividad.

Contamos las caras de los tres cuerpos geométricos que tenían, concluimos que el cubo tiene cara de cuadrado, el prisma rectangular cara de rectángulo y la pirámide de triangulo.

Me encontraba emocionada porque los niños respondían muy bien a mis cuestionamientos.

Después les pedí que apilaran sus cuerpos geométricos, los niños parecían encantados apilado las cajitas de medicina (ya que les pedí tres por niño) con la pirámide y el cubo; se emocionaron mucho cuando les comente que les tomaría una foto a ellos y a sus trabajos, que se esmeraron por hacer una gran construcción.

Fue muy divertido, tenía el control del grupo, ellos se veían interesados y me sentía relajada.

El profesor volvió a entrar y al enterarse de que hoy salíamos temprano solo se llevó a los niños de la escolta, para practicar.

Me sentí más libre al saber que podía continuar con mi actividad de desarrollo: pintar el contorno de las cajitas con pintura en una hoja de papel.

Mientras les explicaba cómo se realizaría la actividad los niños estaban muy atentos.

Les pedí opinión sobre qué color querían para pintar: si verde o naranja-rosita. Los niños escogieron verde y las niñas el otro color.

Estaban muy concentrados realizando su trabajo, y creo que motivados porque les comente que les volvería a tomar fotos a sus trabajos.


Me impresiono la dedicación que puso Kenny a su trabajo, ya es un niño que la maestra Ceci tiene etiquetado como revoltoso.

La maestra Ceci llego y se quedó asombrada de que todos estaban trabajando tan atentos en la actividad que se llenó de emoción y también les tomo fotos con su celular. Ella se sentía más tranquila al aclarar el mal entendido con la abuelita de Camila.

Continúe y concluí las actividades de mi planeación con una gran satisfacción de lo bien sincronizados que estábamos los niños y yo; la maestra ya no tuvo necesidad de realizar una actividad extra para recabar, lo que ella considera, evidencias de aprendizaje.

Los niños me ayudaron a guardar el material y se fueron a lavar las manos para almorzar.

Los niños continuaron tranquilos, en el sentido que no hubo pleitos de ningún grupo, hoy fue un día muy agradable.

Después del almuerzo la maestra los puso a representar el cuento de la caperucita roja, como a las 10:34 me salí a realizar una encuesta de cuatro preguntas a Kenny, Alan y Alejandro. A los tres les gusta que la maestra utilice material y jugar con sus compañeros.

Cuando regresamos al salón la maestra estaba bailando con los niños, sin darme cuenta estaba contagiada de tanta energía que también baile con ellos y ellos me imitaron.

Llego la hora de la  salida y los padres ya estaban esperando por sus hijos; me sentí nerviosa al decirles la tarea.

Me quede en el patio con los niños que sus papas todavía no llegaban mientras los docentes tenían su junta.

Me fui del jardín a las 12:20 pm, cansada pero contenta de que hoy me sentí más segura de mi misma frente al grupo.